En la mitología griega,
Quimera (en griego antiguo Χίμαιρα
Khimaira que significa
animal fabuloso; latín
Chimæra) era un monstruo híbrido, hija de Tifón y de Equidna, que vagaba por las regiones de Asia Menor aterrorizando a las poblaciones y engullendo rebaños y animales. Fue madre con Ortro, de la Esfinge y el León de Nemea.
Las descripciones varían desde las que decían que tenía el cuerpo de una cabra, el trasero de una serpiente o un dragón y la cabeza de un león,
hasta las que afirmaban que tenía tres cabezas: una de león, otra de
macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón, que nacía en
la cola. Todas las descripciones coinciden sin embargo en que vomitaba fuego por una o más de sus cabezas y por su trasero. Era sumamente rápida.
Quimera fue derrotada finalmente por Belerofonte con la ayuda de Pegaso, el caballo alado
, a las órdenes del rey Iobates de Licia.
Hay varias descripciones de su muerte: algunas dicen simplemente que
Belerofonte la atravesó con su lanza, mientras que otras sostienen que
la mató cubriendo la punta de la lanza con plomo que se fundió al ser
expuesto a la ardiente respiración de Quimera.
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