El
perro o
perro doméstico (
Canis lupus familiaris)o también llamado
can es un mamífero carnívoro de la familia de los cánidos, que constituye una subespecie del lobo
(Canis lupus). Un estudio publicado por la revista de divulgación científica
Nature revela que, gracias al proceso de domesticación, el organismo del perro se ha adaptado a cierta clase de alimentos, en este caso el almidón. Su tamaño o talla, su forma y pelaje es muy diverso según la raza. Posee un oído y olfato
muy desarrollados, siendo este último su principal órgano sensorial. En
las razas pequeñas puede alcanzar una longevidad de cerca de 20 años,
con atención esmerada por parte del propietario, de otra forma su vida
en promedio es alrededor de los 15 años.
Se cree que el lobo gris,
del que es considerado una subespecie, es el antepasado más inmediato.
Las pruebas arqueológicas demuestran que el perro ha estado en
convivencia cercana con los humanos desde hace al menos 9000 años, pero
posiblemente desde hace 14 000 años. Las pruebas fósiles demuestran que
los antepasados de los perros modernos ya estaban asociados con los
humanos hace 100 000 años. Las investigaciones más recientes indican que
el perro fue domesticado por primera vez en el este de Asia, posiblemente en China;
sin embargo, es incierto si todos los perros domésticos provienen de un
mismo grupo o si el proceso de domesticación se repitió varias veces.
Hay aproximadamente 800 razas —más que de cualquier otro animal— que
varían significativamente en tamaño, fisonomía y temperamento,
presentando una gran variedad de colores y de tipos de pelo según la raza de perro. Tienen una gran relación con los humanos, para quien son animales de compañía, animales de guardia, perros de trabajo, perros de caza, perros de aguas, galgos de carrera, perros guía, perros pastores o perros boyeros por ejemplo. En 2001, se estimaba que había 400 millones de perros en el mundo.
Pelaje
Al igual que los lobos, los perros tienen un pelaje, una capa de pelos
que los cubre el cuerpo. El pelaje de un perro puede ser un «pelaje
doble», compuesto de una capa inferior suave y una capa superior basta. A
diferencia de los lobos, los perros pueden tener un «pelaje único»,
carente de capa inferior. Los perros con un pelaje doble, como los
lobos, están adaptados para sobrevivir en temperaturas frías y tienden a
provenir de climas más fríos.
Los perros suelen presentar vestigios de contrasombreado, un patrón de camuflaje
natural común. La base general del contrasombreado es que un animal
iluminado desde arriba aparece más claro en la mitad superior y más
oscuro en la mitad inferior, donde normalmente tiene su propio color.Este es un patrón que los predadores pueden aprender a reconocer. Un
animal contrasombreado tiene una coloración oscura en la superficie
superior y una coloración oscura en la inferior. Esto reduce la
visibilidad general del animal. Un vestigio de este patrón es que muchas
razas tienen un lado, una raya o una estrella de pelaje blanco en el
pecho o en la parte inferior.
Esqueletos de perro gran danés y chihuahua en un museo de osteología.
Cola
Hay muchas formas diferentes de cola de perro: recta, recta hacia
arriba, forma de hoz, rizada o en tirabuzón. En algunas razas, la cola
es cortada tradicionalmente para evitar heridas, especialmente en los
perros de caza. En algunas razas, algunos cachorros nacen con una cola
corta o sin cola. Esto sucede más a menudo en ciertas razas,
especialmente en aquellas en las que a menudo se corta la cola y que por
tanto no tienen estándar de raza en cuanto a la cola.
Aparato locomotor
Como la mayoría de mamíferos predadores, el perro tiene músculos potentes, un sistema cardiovascular que permite una alta velocidad y una gran resistencia y dientes para cazar, aguantar y desgarrar las presas.
El esqueleto
ancestral de los perros les permite correr y saltar. Sus patas se han
desarrollado para impulsarlos rápidamente hacia delante, saltando cuando
es necesario, con el fin de cazar y atrapar las presas. Por tanto,
tienen pies pequeños y apretados y caminan sobre los dedos
(digitígrados). Sus patas traseras son bastante rígidas y sólidas,
mientras que las anteriores son laxas y flexibles, estando unidas al
tronco únicamente por músculos.
Aunque la cría selectiva ha cambiado la apariencia de muchas razas,
todos los perros conservan los elementos básicos de sus antepasados. Los
perros tienen omóplatos desconectados —carecen de clavícula—
que permiten hacer zancadas más largas. La mayoría de razas conservan
las garras vestigiales —espuelas— en las patas anteriores y a veces en
las posteriores. Algunas de estas razas, como el perro pastor catalán,
pueden presentar un espolón doble en una o más patas. En algunos casos,
se les quitan esas garras para evitar que el animal se las arranque sin
querer durante la persecución de una presa, pero esta práctica es
ilegal en algunos países.
Sentidos
Los sentidos del olfato y del oído
del perro son superiores a los del humano en muchos aspectos. Algunas
de sus habilidades sensoriales han sido utilizadas por los humanos, como
por ejemplo el olfato en los perros de caza, perros buscadores de
explosivos o perros buscadores de drogas.
Vista
La visión del perro parece adaptada
para la caza: No tiene gran agudeza visual de detalles, pero tienen
excelente percepción de movimientos. Tiene excelente visión nocturna o
crepuscular, debido al el uso del tapetum lucidum —una pantalla reflectiva dentro del ojo—.
El campo visual del perro se encuentra entre los 240 - 250 grados,
mucho mayor que el humano que es de aproximadamente 180 grados.
La visión del perro es sensible a los objetos en movimiento o con desplazamiento repentino, y cuenta con una excelente visión nocturna o crepuscular.
Tienen una forma de visión dicromática llamada deuteranopia que en los humanos se considera una forma de daltonismo
que afecta el rojo y el verde. Los perros perciben tonalidades de
amarillo y de azul, pero al rojo lo perciben amarillo y al verde lo ven
gris.
Su sistema visual se ha desarrollado para ayudarles en la caza.Aunque es difícil de medir, la agudeza visual de los caniches ha sido estimada como equivalente a una puntuación en el test de Snellen
de 20/75. Sin embargo, la discriminación visual es muy superior cuando
se trata de objetos en movimiento. Se ha demostrado que los perros son
capaces de distinguir su dueño de otras personas a distancias de más de
un kilómetro y medio.
[cita requerida] Como cazadores crepusculares
dependen de su visión en condiciones de poca iluminación. Para
ayudarles a ver en la oscuridad tienen pupilas muy grandes, una mayor
densidad de bastoncillos en la fóvea óptica, una mayor velocidad de
parpadeo y un
tapetum lucidum refractivo. El
tapetum es
una superficie refractiva situada detrás de la retina que refleja la luz
para dar a los fotorreceptores una segunda oportunidad de captar los
fotones. Aunque estas adaptaciones sirven para mejorar la visión en la
oscuridad, también reducen la agudeza visual de los perros.
Como la mayoría de mamíferos, los perros son dicromatos y tienen una visión en color equivalente al daltonismo rojo-verde en los humanos. Las diferentes razas caninas tienen diversas formas y tamaños de los ojos y también tienen una configuración distinta de la retina.
Los perros con el hocico largo tienen una «raya visual» que se extiende
por el ancho de la retina y que les da un campo muy amplio de visión
excelente, mientras que los perros con el hocico corto tienen una
área centralis,
una región central con hasta tres veces la densidad de terminaciones
nerviosas de la «raya visual», que los provee una vista detallada, mucho
más similar a la de los humanos.
Algunas razas, particularmente los galgos,
tienen un campo de visión de hasta 270°, aunque las razas de cabeza
ancha con el hocico corto tienen un campo de visión mucho más estrecho,
tan bajo como 180°, similar al de los seres humanos. Algunas razas
también presentan una tendencia genética a la miopía. Aunque la mayoría de razas son memmetrópicas, se ha descubierto que uno de cada dos rottweilers son miopes.
Oído
El campo de audibilidad de los perros es aproximadamente de 40 Hz a 60.000 Hz. Detectan sonidos tan graves como 16-20 Hz —en comparación con 20-70 Hz en los humanos— y también por encima de 45 kHz—en comparación con 13-20 kHz en los humanos—, y además tienen un grado
de movilidad de las orejas que les permite determinar rápidamente el
origen exacto de un sonido. Dieciocho o más músculos pueden inclinar,
rotar, levantar o bajar las orejas de un perro. Además, puede localizar
el origen de un sonido mucho más rápido que un humano y detectar sonidos
a una distancia hasta cuatro veces mayor que los humanos. Los perros
con una forma de la oreja más natural, como las orejas de cánidos
salvajes como el zorro, suelen oír mejor que los perros con las orejas más flexibles típicas de muchas razas domésticas.
El olfato es uno de los principales sentidos con que el perro descubre el mundo. La nariz canina es altamente sensible.
Olfato
Mientras que el cerebro humano es dominado por una gran corteza visual, el cerebro canino es dominado principalmente por una corteza olfativa. El bulbo olfativo
de los perros, en proporción al tamaño total del cerebro, es unas
cuarenta veces mayor que el de los humanos. Según la raza, los perros
tienen entre 125 y 220 millones de células olfativas extendidas sobre un
área del tamaño de un pañuelo de bolsillo —en comparación con 5
millones de células extendidas sobre el área de un sello en los humanos—. Los bloodhound
son la excepción, con aproximadamente 300 millones de receptores
olfativos. Los perros pueden distinguir olores a concentraciones casi
100 millones de veces inferiores a las que pueden distinguir los
humanos.
Gusto
Entre los sentidos caninos, el del sabor
es el que menos se ha investigado y a menudo se le ha relacionado con
el olfato. Los perros pueden distinguir los sabores básicos de manera
similar a los humanos, aunque casi no distinguen el salado.
Sin embargo, los gustos preferidos pueden diferir mucho de un perro a
otro, pues parece que no eligen la comida según el tipo de gusto, sino
según su intensidad —fuerte sabor / gusto suave—. Los primeros meses de
la vida de un cachorro son bastante importantes en este sentido ya que
suelen probar muchos sabores diferentes cuando son jóvenes también
desarrollarán un gusto por la variedad cuando sean adultos. Al igual que los humanos y que muchos otros animales,
los perros tienen la capacidad de asociar determinados gustos con los
problemas de salud. Si un alimento los hace enfermar o hace que se
encuentren mal, tenderá a evitar el sabor de este alimento en el futuro.
Esto forma parte de un mecanismo de defensa instintivo, que protege a
los animales de envenenarse por la ingestión frecuente de sustancias tóxicas.
Tacto
Los perros utilizan el sentido del tacto
para comunicarse entre ellos y con otras especies. Si se hace
apropiadamente, tocar un perro puede servir para estimularlo o
relajarlo. Se trata del primer sentido que se desarrolla en los
cachorros recién nacidos y las perras comienzan a lamer y acariciar sus
crías poco después del nacimiento.
Algunos estudios han sugerido incluso que los perros pueden detectar
movimientos en el abdomen de la madre incluso antes de nacer y que las
perras que son mimadas durante la gestación dan a luz crías más dóciles.Los perros tienen sensores táctiles en todo el cuerpo, pero los cojinetes, la columna vertebral y la región de la cola son algunas de las zonas más sensibles.
Las vibrisas
de los perros presentan mecanoreceptores que les sirven para adquirir
información táctil de su ambiente, pero esta función no es tan
importante como lo es en los gatos. Entre otras cosas, sirven para sentir el flujo del aire. Además del hocico, donde reciben el nombre de «bigotes», los perros tienen vibrisas encima de los ojos y debajo de la mandíbula.
Comportamiento
Inteligencia
Los perros son apreciados por su inteligencia.La inteligencia canina se refiere a la habilidad de un perro de
procesar la información que recibe a través de sus sentidos para aprender, adaptarse y resolver problemas. La etología cognitiva es la disciplina que se encarga de estudiar está área dentro de la cognición animal.
Algunos estudios de antropología evolutiva se centran también en la
identificación de las capacidades cognitivas especiales que el perro
posee, y que ha desarrollado debido a su estrecho contacto con el ser
humano; como es la habilidad de reconocer un vocabulario
extenso. En un ejercicio para observar su nivel de comprensión pasivo
del vocabulario humano, se le pidió a un humano sentado detrás de una
barrera transparente que sostuviera un juguete, y con voz monótona, le
diera al perro la orden «trae» (
bring). El perro se dirigió a un
círculo en donde estaban dispersos diferentes objetos —desde un juguete
exactamente igual al que el humano solicitó, hasta otro tipo de cosas
con texturas y olores diferentes—, el animal observo por un momento el
círculo de objetos para dirigirse a por el juguete exacto que se le
había pedido y después presentarlo al humano. También se le pidió que
trajera determinados objetos utilizando solamente la fotografía o
réplica en miniatura del objeto. El estudio fue complementado con dos
condiciones de control adicionales para evitar que el animal actuará por
preferencias pre-establecidas. El ejemplar utilizado —border collie—
pudo reconocer hasta 200 palabras del vocabulario humano.
Muchos perros pueden ser entrenados fácilmente para recuperar objetos como este palo.
La habilidad de aprender rápido ha sido utilizada como uno de los
parámetros para medir la inteligencia entre las razas caninas, otras
pruebas tienen que ver con el deseo y la habilidad de responder ante
diversas situaciones. Los perros guías, por ejemplo, deben aprender un
número enorme de órdenes, entender cómo comportarse en una gran variedad
de situaciones y reconocer riesgos o peligros
a su compañero humano —frente a alguno de los cuales nunca se han
enfrentado con anterioridad—, actuando incluso bajo el comportamiento
conocido como desobediencia inteligente que significa que el animal de asistencia irá en contra del deseo de su dueño para evitar una decisión equivocada.
Ciertas razas han sido continuamente seleccionadas a lo largo de cientos o miles de años
por su capacidad de rápido aprendizaje, mientras que en otras razas,
esta cualidad ha sido relegada en favor de otras características, como
son: la habilidad de correr, perseguir, cazar o de pelear con otros
animales. Sin embargo, la capacidad de aprender obediencia básica —y
eventualmente comportamientos complejos— es inherente en todos los
perros. Aún el perro más tímido o distraído responde más fácilmente al entrenamiento que, por ejemplo, un gato. Los propietarios deben ser simplemente más pacientes con algunas razas que con otras.
Socialización
También en los perros, el término socialización se utiliza para
caracterizar el proceso por el cual el animal se relaciona con su
entorno, conoce sus reglas, entiende la estructura social,
y percibe los límites. Los perros jóvenes a menudo aprenden rápidamente
cómo comportarse con otros miembros del grupo, ya sean perros o
humanos. Los perros adultos modelan a sus cachorros mediante
correcciones —auditivas o físicas— cuando no se comportan de la forma
esperada, y con premios si tienen comportamientos aceptables —jugando
con ellos, alimentándolos, limpiándolos, entre otros—.
El proceso de socialización se lleva a cabo especialmente de forma
intensa durante los primeros meses de vida, y la primera etapa se
extiende aproximadamente desde la tercera hasta la duodécima semana de
vida. Tiempo en el que se basa la maduración de los órganos sensoriales y
el desarrollo de las habilidades motoras.
Cuando son cachorros deberán experimentar:
- Interacción con otros perros (comunicación, aprendizaje de conductas de grupo).
- Interacción con otros animales (gatos, cobayas, pájaros, caballos).
- Interacción con seres humanos.
- Habituación a los estímulos ambientales, tales como; sirenas de
automóviles, ruidos cotidianos en el hogar, aviones, sonidos estridentes
—fuegos artificiales de Año Nuevo— y también acostumbrarse a las
multitudes o tráfico pedestre.
La socialización canina se refiere tanto a la capacidad del perro de
interaccionar con los seres humanos, como a su comprensión para
comunicarse y relacionarse con otros perros.
Un perro bien socializado aprende a estar tranquilo y receptivo a la
hora de hacer frente a los extraños, los niños, otras mascotas y
situaciones no previstas. El desarrollo futuro de cada perro está
determinado principalmente por su socialización y educación. Perros mal
socializados tendrán dificultades para adaptarse a su entorno y tenderán
a presentar conductas y actitudes temerosas o agresivas, junto con
otros trastornos del comportamiento.
Los procesos de socialización que no se producen en las primeras
catorce semanas de vida no pueden ser sustituidos. Un cachorro sin
socialización con catorce semanas de vida será muy difícil de educar y/o
adiestrar. En qué medida esto se traduce en trastornos de la conducta dependerá de la evaluación del perro de forma individual.
Debido a que son animales con tendencia a usar guaridas en el momento del parto y para criar a sus cachorros, pueden aprender fácilmente comportamientos como mantener su lugar limpio y aceptar estar en un área cerrada —como es el caso de una jaula temporal para transporte— u otro lugar cercado.
Problemas de comportamiento o anormales
Los trastornos de la conducta canina se clasifican en tres tipos: 1)
patologías del desarrollo, 2) sociopatías —relacionadas con el ambiente y
su jauría humana o animal—, 3) comportamientos disfuncionales que
alteran la conducta normal, y que se ajustan para hacer frente a una
situación cotidiana (fobia). Según la tesis de zoopsiquiatría desarrollada por Patrick Pageat:
- Agresiones de tipo jerárquicas, territorial/maternal, por miedo, irritación, predatorias y redirigida.
- Destructivas, orina/defecaciones indeseadas, ansiedades, miedos y fobias (a la pirotecnia, por ejemplo),
- Trastornos compulsivos y estereotipias (persecución de cola, autolamido).
- Trastornos alimentarios y dípsicos (anorexia/bulimia, potomanía).
- Trastornos sexuales (hípersexualidad, pseudogestación), depresión de involución.
Cabe señalar también que muchas de las malas costumbres caninas son
la muestra de comportamientos desarrollados por razones tales como:
falta de actividad —como puede ser caminatas o deportes caninos—,
ausencia de socialización, disciplina, entrenamiento o educación
irresponsable por parte de los propios dueños.
Gruñido
Un estudio reciente en Budapest, Hungría, ha encontrado que los
perros son capaces de saber el tamaño que otro perro tiene con sólo
escuchar su gruñido. También que un gruñido específico es utilizado por
los perros para proteger su comida. La investigación mostró que los
perros no mienten sobre su tamaño, siendo esta la primera vez que una
investigación ha puesto de manifiesto que los animales pueden determinar
el tamaño de otro por el sonido que producen. La prueba utilizó
imágenes de muchos tipos de perros, mostrando un perro pequeño, después
uno grande y reproduciendo el gruñido de cada tipo. El resultado
demostró que —20 de los 24 perros del ensayo— miraban primero a la
imagen del perro de tamaño apropiado durante los períodos más largo de
tiempo.
Interacción con los humanos
Humano y perro interaccionan mientras practican surf en Maui.
Los perros domésticos han heredado una jerarquía social y unos comportamientos sociales complejos de su antepasado, el lobo.
Son animales que viven en grupo, con un conjunto complejo de
comportamientos que determinan la posición de cada perro en la jerarquía
social. Los perros presentan diversas posturas y otros medios de comunicación no verbal que revelan su estado mental. Estas formas sofisticadas de cognición social
y comunicación pueden explicar su adiestrabilidad, su gusto por el
juego y su capacidad de integrarse en hogares y situaciones sociales
humanas. Estos atributos han contribuido a que los perros creen una
relación única con los humanos a pesar de ser predadores alfa
potencialmente peligrosos.
Aunque los expertos no están muy de acuerdo sobre los detalles de la
domesticación del perro, hay consenso que la interacción con los humanos
jugó un rol significativo en la formación de la subespecie. Poco
después de la domesticación, los perros estuvieron omnipresentes en las
poblaciones humanas y se extendieron por el mundo. Los emigrantes de Siberia probablemente atravesaron el estrecho de Bering
en compañía de perros y algunos expertos sugieren que el uso de perros
de trineo podría haber sido vital para el éxito de las oleadas
migratorias que llegaron a Norteamérica hace unos 12.000 años. Los perros fueron una parte esencial de la vida de la población atabascana de Norteamérica.
En muchos grupos, el perro era el único animal domesticado, y fue
utilizado de nuevo por emigrantes atabascanos hace 1.400 años, cuando
cargaron gran parte de las provisiones en las migraciones de las tribus apaches y navajos. El uso de los perros como animales de carga en estas culturas a menudo continuó después de la introducción del caballo en Norteamérica.
Interpretación de gestos y señales comunicativas humanas
En los últimos años existe evidencia que sugiere que las especies no-humanas pueden ser capaces de interpretar las acciones de otras especies. En un estudio conducido por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, se observó que los perros eran capaces de inferir
la posibilidad de comida oculta observando el dedo de una persona, y
siguiendo con la vista la dirección a donde apuntaba el dedo humano
cuando se señalaba el lugar en donde estaba oculto el alimento —del cual
había sido eliminado el olor para evitar que el animal usará su
olfato—. Contrario a los simios de género
Pan
que no reparaban ni en el señalamiento, ni seguían con la vista la
dirección en donde apuntaba el dedo humano. Una de las conclusiones que
se extrajeron es que los perros han desarrollado una competencia
específica en el seguimiento de gestos, señales e interpretación de los
patrones de comunicación humana.